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Nuevo informe sobre la “Marcha de las Madres” repite los sesgos del pasado

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Por John Perry
Desde Masaya, Nicaragua

 

Un informe publicado a finales de mayo repite las denuncias de represión estatal en Nicaragua durante las violentas protestas de 2018. Fue encargado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), un organismo de la Organización de Estados Americanos (OEA), y revive los argumentos sobre que el gobierno sandinista comete violaciones sistemáticas a los derechos humanos. Pretende aportar nuevas pruebas, pero en realidad los hechos son más complicados de lo que el informe sugiere y se requiere de un examen cuidadoso para asegurar que la comunidad internacional sepa la historia completa, sin adulteraciones.

En abril de 2018, la violencia estalló en Nicaragua cuando los grupos de oposición iniciaron un intento infructuoso de forzar la salida del gobierno de Daniel Ortega. Uno de los acontecimientos emblemáticos de un período traumático de tres meses fue la llamada “Marcha de las Madres”, el 30 de mayo. También es uno de los más polémicos, incluso hasta el día de hoy. La marcha tuvo lugar en la capital, Managua, en el momento de mayor influencia de la oposición, pues en ese momento muchos nicaragüenses todavía creían en las falsas informaciones sobre supuestos cientos de estudiantes asesinados por la policía en las semanas anteriores. Aún no habían experimentado lo peor de la violencia vinculada a los bloqueos de carreteras establecidos por la oposición en todo el país. Aunque la marcha principal fue en gran medida pacífica, numerosos enfrentamientos violentos posteriores  provocaron 8 muertos por disparos y más de 90 personas heridas, entre ellas 20 agentes de policía.

¿Por qué, dos años después, sigue siendo importante lo sucedido ese día? Es posible que la amenaza interna para el democráticamente electo gobierno sandinista de Nicaragua haya disminuido, ya que las encuestas de opinión muestran que la mayoría de los nicaragüenses rechaza cualquier retorno a la violencia y los daños a la vida cotidiana que trajeron consigo las tácticas de la oposición en 2018. Pero la amenaza externa sigue siendo grave: los Estados Unidos y sus aliados han impuesto sanciones y continúan asfixiando a la economía nicaragüense y su acceso a la ayuda externa, incluso negando los recursos necesarios para luchar contra la pandemia del COVID-19.  EE.UU. también es cada vez más capaz de aislar a Nicaragua dentro de la OEA, donde tiene más aliados entre los estados miembros después del golpe de estado en Bolivia y la instalación de un falso “representante” de Venezuela.

El 24 de junio, hubo otro intento de conseguir que los estados miembros acordaran que Nicaragua está violando la Carta Democrática Interamericana. Aunque nuevamente no tuvo éxito, inevitablemente conduce a más investigaciones y amenazas de expulsión, lo que podría proporcionar el pretexto para una intervención más directa de EE.UU. Nicaragua es presentada falsamente como un Estado paria, mientras que las graves violaciones de los principios democráticos se pasan por alto en otros lugares, por ejemplo en Honduras y Bolivia, cuyos gobiernos actuales son fuertes aliados de Estados Unidos.

Centrarse en los derechos humanos es una forma clave de ejercer presión sobre Nicaragua, ya que las pruebas de supuestas violaciones animan a otros países a mantener las sanciones o a imponer otras nuevas (en el caso de los gobiernos europeos y los aliados regionales como Canadá, invariablemente siguen los pasos establecidos por Estados Unidos). Cualquier medida que tome el gobierno nicaragüense para reafirmar su compromiso con los derechos humanos (por ejemplo, amnistías para los llamados prisioneros “políticos”; acoger de nuevo a los que solicitaron asilo en Costa Rica en 2018; permitir que los medios de comunicación opositores virulentamente antigubernamentales operen libremente), nunca basta para satisfacer las expectativas de  EE. UU. La oposición política en Nicaragua está activa en este tema,  y alimenta continuamente a los medios de comunicación nacionales e internacionales con historias de supuestos abusos.

La OEA, por supuesto, tiene su propio mecanismo “para promover y proteger los derechos humanos”, que es la CIDH. Este organismo también ha sido totalmente desbalanceado en sus evaluaciones de Nicaragua desde la violencia de 2018 hasta el presente y ha proporcionado regularmente a la OEA informes claramente sesgados. Entre los peores, se encuentra el trabajo de una misión de seis meses de un grupo de expertos “independientes” que dio lugar a un informe de 468 páginas, elaborado para la CIDH por el GIEI-Nicaragua (Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes)[1]. Este examinó concretamente las supuestas violaciones de derechos humanos en Nicaragua durante el período abril-mayo de 2018, culminando con la “Marcha de las Madres”.

El trabajo del GIEI se destacó en ese momento por su enfoque en las supuestas víctimas de la violencia policial, prestando escasa o nula atención o descalificando las pruebas de que muchos sandinistas, varios transeúntes y, de hecho, agentes de policía fueron asesinados o heridos durante esas semanas de violencia. El Estado hizo varios intentos para que el equipo de investigación del GIEI prestara debida atención a la evidencia de violencia perpetrada por la oposición, incluyendo las agresiones contra la policía el 30 de mayo de 2018[2]. Pero el GIEI no se interesó por esa evidencia e insinuó en su informe que las lesiones podrían haber sido falsas.

Parece que el costoso informe producido por el GIEI tal vez no tuvo suficiente impacto cuando se publicó en diciembre de 2018, porque el grupo fue convocado recientemente para revisar algunas de las pruebas, centrándose en la “Marcha de las Madres”, y publicando un nuevo reporte este año para coincidir con el aniversario de ese violento día hace dos años. Esta vez, el GIEI trajo consultores expertos. El Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), de Buenos Aires, había trabajado previamente en desentrañar la historia de la “guerra sucia” en Argentina y otros proyectos. SITU Research, con sede en Nueva York, había realizado vídeos que reconstruían otros acontecimientos violentos, incluso en Ucrania. Sin embargo, en lugar de (como cabría razonablemente esperar) mirar con ojos frescos y en mayor profundidad una secuencia confusa de complejos incidentes violentos, el proyecto continuó la práctica del uso altamente selectivo de los hechos y de una información incompleta que caracterizó el trabajo anterior del GIEI. Lo que podría haber sido un intento genuinamente neutral de examinar “forénsicamente” los hechos, se convierte en cambio en otro ejercicio más de propaganda que concluye que los hechos fueron “parte de la represión sistemática de las manifestaciones civiles”. El resto de este artículo justifica por qué obtuvo esta conclusión.

La “Marcha de las Madres” termina en violencia

La mayor parte de la violencia en Managua el 30 de mayo de 2018 ocurrió al final de la tarde, al lado norte del centro de la ciudad, cerca del recién construido Estadio Nacional de Béisbol. Varios grupos de manifestantes, en lugar de proceder al destino de la marcha acordado previamente (la UCA – Universidad Centroamericana) se dirigieron al norte hacia el estadio. Uno de estos grupos avanzó por la Avenida Universitaria, donde empezaron a disparar a la policía con morteros de fabricación casera y, según la evidencia visual, posiblemente también con armas convencionales. Luego se retiraron a cierta distancia para establecer dos barricadas en la Avenida Universitaria. Alrededor de 45 minutos después, a las 17.25 horas de esa tarde, tres manifestantes (Jonathan Eduardo Morazán Meza, Francisco Javier Reyes Zapata y Daniel Josias Reyes Rivera), fueron alcanzados con tiros de arma de fuego y luego murieron.

En lugar de examinar la violencia general en el área del estadio, la nueva “reconstrucción” se centra únicamente en el incidente que incluye estas tres muertes. La presentación de la SITU/AAFI[3] consiste en un vídeo de siete minutos y dos informes de expertos en armas de fuego: uno analiza algunos de los disparos y su procedencia, y el otro examina la letalidad o no de las armas de fabricación casera (morteros y bombas) utilizadas por los manifestantes. Además, un sitio web[4] construido en 2018 por las tres organizaciones con mapas, fotografías y otros vídeos sirve como “archivo” para la reconstrucción.

Inevitablemente, es el video de siete minutos el que ha recibido más atención. Debido al uso de gráficos sofisticados para complementar y embellecer el material fotográfico, da la apariencia de un examen profesional “forense” de los acontecimientos que rodearon a las tres muertes, aunque en realidad contiene poco o ningún material nuevo. Comienza mostrando la marcha y su recorrido, prestando un aire de legitimidad al usar frases tales como, “los videos respaldan el testimonio en sentido de…” para describir hechos totalmente indiscutibles, como el hecho que la marcha comenzó pacíficamente. Luego describe la construcción de las barricadas en la Avenida Universitaria, las posiciones de la policía relacionada con el incidente, la trayectoria de las balas y cómo las tres víctimas fueron trasladadas al hospital.

La evidencia que es verdaderamente nueva no está en el video, sino en el informe de un experto en armas de fuego de EE.UU. llamado Michael Knox, presentado hace un año. Knox analiza los sonidos de los disparos capturados en diferentes videos filmados en las barricadas en la Avenida Universitaria. Concluye que la mayor parte de los disparos dirigidos a los manifestantes provenían del norte, paralelo a la Avenida Universitaria y a una distancia de 200-300 metros. Dice que también hubo disparos desde “unos pocos cientos de metros de distancia” y “sonidos de un arma de fuego siendo descargada cerca de la cámara”. Este “podría ser un arma de mano semiautomática o un fusil” y sus disparos son distintos a los de los morteros que los manifestantes también disparaban hacia la policía.

El informe de Knox es claro, pero sólo examina dónde estaban los tiradores, no quiénes eran. El SITU/EAAF, sin embargo, asevera que Knox “analizó las armas de la policía” y en su video pretende revelar que los tiradores eran un grupo de policías armados y situados precisamente en el punto medio de la distancia indicada por Knox como el probable alcance de los disparos: a 250 metros de donde estaban las víctimas. Sin embargo, como se explica con más detalle en el mapa y el recuadro que figuran a continuación, el video o bien es un error o ha sido manipulado para mostrar a la policía como si estuviera a 250 metros de las víctimas cuando en realidad estaban considerablemente más cerca y, de acuerdo con las pruebas de Knox, no podían haber hecho los disparos que alcanzaron a las personas en la barricada. El autor de este artículo le pidió a Knox que comentara sobre esta anomalía. Respondió que “no participé en la producción de ningún mapa, ni dibujo, ni mediciones más allá de las dos mediciones que hice al calcular la distancia de la cámara al arma de fuego a base de las señales de audio de dos de los disparos grabados. Pienso que tendrá que plantear sus dudas a la gente de SITU Research”.[5]

Los errores en el mapa y video de SITU-EAAF que pretenden mostrar el alcance de los disparos

En el video el comentario dice (a los  03 min 15 s en la versión española) que la policía estaba apostada aproximadamente a 250 metros al norte de la barricada donde los manifestantes se estaban cubriendo. Una foto pretende mostrar que la policía “lleva armas de fuego”, cuando, de hecho, el policía señalado en un círculo claramente parece cargar una escopeta utilizada para disparar balas de goma. Más tarde, a los 05 min 45 s, el video tiene un mapa que muestra su posición (ver captura de pantalla abajo), poniéndolos en medio de una banda roja que marca radios de 200m y 300m respectivamente desde la barricada principal (mostrada en azul). Su posición parece coincidir exactamente con la afirmación del vídeo de que se encontraban a 250 m de las tres víctimas, en el punto medio del alcance de los disparos calculado por Knox.

Presionar para expandir el gráfico (crédito de foto: http://gieinicaragua-cartografia-violencia.org/)

Sin embargo, la fotografía de la policía a los 03 min 15 s en el video muestra que están en un cruce de carreteras como se muestra correctamente en el mapa. Pero este cruce de caminos está a sólo 175 metros (medidos en Google Maps) de la ubicación de la barricada. Un mapa de los mismos eventos mostrado en el sitio web del “archivo” muestra a la policía aún más cerca del bloqueo. La razón por la que la banda roja los muestra a 250 metros de las víctimas es porque está mal dibujada: mientras que supuestamente muestra radios de 200-300 metros, en realidad los radios miden sólo aproximadamente 145-215 metros en el terreno. Esto se verifica con la simple matemática al usar Google Maps.

Para que la banda roja muestre radios verdaderos de 200-300m, tendría que ser mucho más grande en diámetro y por lo tanto más alejada de la barricada. Dibujada con las dimensiones correctas, ya no incluiría el lugar donde se muestran las motos de la policía agrupadas en la foto a los 03 min 15 s en el video.

Si Knox está en lo cierto, la única forma en que estos policías podrían haber sido quienes dispararon es si se hubieran retirado rápidamente hacia el norte en los dos minutos anteriores al comienzo del tiroteo, dejando la carretera en la zona del desvío y entrando en una propiedad privada al oeste de la misma para poder mantener la misma línea de fuego.

Otra posible explicación ofrecida por Knox es que las muertes fueron el resultado de disparos desde más lejos, es decir, “a unos pocos cientos de metros de distancia”. El comentario del video dice a los 05 min 20 s que “se reportaron” policías ubicados en las Lomas de Tiscapa (a unos 650 metros de la barricada). Sin embargo, esta y otras posibles explicaciones no son examinadas por SITU-EAAF, ni se ofrece ninguna prueba de que hubiera tiradores en ese lugar, ni mucho menos que fueran policías. SITU-EAAF concluye que su análisis “sugiere firmemente que [las víctimas] fueron asesinadas por la policía y/o fuerzas parapoliciales que dispararon contra los manifestantes”. Pero de hecho la combinación de las pruebas de Knox y las fotos mostradas en el video son, en el mejor de los casos, no concluyentes. Y en el peor caso podrían indicar que fueron otras personas las que hicieron los disparos.

Se descarta el uso de armas de fuego por parte de los manifestantes de la oposición

Hay otra brecha notable entre las pruebas de Knox y el video, en un aspecto diferente. No se da seguimiento a la evidencia de Knox de “un arma de fuego siendo disparada cerca de la cámara”. Sin embargo, el propio informe de 468 páginas del GIEI, que incluía un examen del mismo incidente, había admitido “la presencia de cuatro personas armadas entre los manifestantes”[6] (énfasis añadido). Que esta evidencia anterior parece ser confirmada por Knox es claramente crucial. Sin embargo, se ignora.

Imagine la escena como muy probablemente se desarrolló esa tarde. Un grupo de una docena de policías, en motocicletas y llevando unas seis escopetas para disparar balas de goma, se enfrentan a una barricada a 170 metros, hecho de adoquines levantados de la calle, que protegió a varios cientos de manifestantes durante 45 minutos. Muchos estaban disparando morteros (como se muestra en la fotografía abajo,  capturada desde el video). Entre ellos también había lanzadores de bombas y (según el informe de Knox) al menos una persona armada y que disparaba “con una pistola semiautomática o un fusil”. Aunque se dice que los morteros tienen un alcance de sólo 60 m, la metralla improvisada o el material incendiario que suelen lanzar puede claramente hacer mucho daño a cualquiera que se acerque a esa distancia. Su ruido y su humo también servirían para cubrir cualquier disparo de arma de fuego convencional (y de hecho en uno de los videos del sitio web del archivo, la policía parece estar agazapada para protegerse de tales disparos). En un conflicto así de confuso, las pruebas de lo que pasó son mucho menos que contundentes y por cierto no pueden prestarse a la conclusión del GIEI que esto fue “un uso de la fuerza arbitrario y desproporcionado”[7] por parte del Estado.

Se ignoran los eventos más amplios del 30 de mayo de 2018

Una debilidad mucho mayor del video del SITU-EAAF es que ignora por completo el contexto más amplio de los acontecimientos, sin el cual cualquier interpretación del incidente que resultó en tres muertes pierde sentido. Muchos líderes de la oposición, en las semanas anteriores al 30 de mayo, habían hablado abiertamente de la necesidad de que se perdieran vidas en aras de su causa[8]: resultaron ser clarividentes. Ese mismo día, hubo otra gran manifestación, una a favor del gobierno, que tuvo lugar en Managua. Mientras los asistentes a la “Marcha de las Madres” llegaban sin  incidentes, una de las caravanas de vehículos que llevaban a la gente a la marcha sandinista esa mañana fue detenida y atacada por disparos de arma de fuego al sur de la ciudad de Estelí. El saldo de víctimas entre los participantes de la caravana sandinista fue de una persona muerta y 22 personas heridas (una de las cuales murió posteriormente a causa de sus lesiones)[9]. Mucho más tarde el mismo día, después de las manifestaciones en Managua, dos sandinistas—Kevin Antonio Coffin Reyes y Heriberto Maudiel Pérez Díaz—recibieron sendos disparos en el pecho en un enfrentamiento con manifestantes de la oposición a sólo 600 metros al noroeste de los incidentes descritos por el GIEI en la Avenida Universitaria, a una hora similar del final de la tarde. El GIEI, en su informe [p.173], acusa a la policía de “conspirar contra el esclarecimiento de estas dos muertes”, simplemente porque en su informe preliminar del día siguiente[10] los agruparon con otras muertes y lesiones ocurridas en el mismo período de tiempo.

Fotografía extraída del video de SITU/EAAF donde se muestra la barricada creada por manifestantes en la Avenida Universitaria (crédito foto: http://gieinicaragua-cartografia-violencia.org/)

Las rutas de las dos marchas se planearon para mantenerlas a más de 2 kilómetros de distancia, para evitar el inevitable conflicto si los dos bandos se hubieran encontrado. Hasta el momento en que la marcha de la oposición concluyó, había pasado sin violencia. Cuando se desviaron del itinerario previsto, los manifestantes opositores en la Avenida Universitaria debieron saber que se dirigían hacia las líneas de la policía que se habían establecido ese mismo día para evitar que participantes en la manifestación se dirigieran más al norte. Aunque el video da a entender que fueron el único grupo que se separó de la marcha principal, de hecho varios grupos se dirigieron al norte para atacar a la policía y acercarse a los partidarios sandinistas.

En parte, estos grupos parecieron responder a los rumores (alimentados por comentaristas de la opositora Radio Corporación) de que había francotiradores estacionados en el Estadio Nacional de Béisbol, que se encuentra entre la Avenida Universitaria y el Paseo Tiscapa al este, y cuyo límite aparece en la “reconstrucción” del SITU-EAAF. Este se convirtió en el escenario de la mayor parte de la violencia del día. Los ejemplos se muestran en un análisis de video diferente, hecho en 2019 por Juventud Presidente[11] (un grupo alineado con los sandinistas). Los videos de las cámaras de seguridad del estadio muestran el edificio deportivo inicialmente desierto, excepto por sus guardias de seguridad habituales. Pero ya a las 16.10 horas, un video muestra las peleas entre los mismos grupos opositores que tienen lugar frente al estadio. Pronto, los miembros de la oposición llegan desde el Paseo Tiscapa, algunos con armas de fuego convencionales. A ninguno de estos manifestantes se les dispara desde el edificio del estadio, donde supuestamente estaban escondidos los francotiradores.

Aproximadamente a la misma hora, mucho antes del incidente examinado por el SITU-EAAF, se filma a los manifestantes enfrentándose a la policía en la Avenida Universitaria, al norte del punto donde se construyeron las barricadas a las 16.40 horas. Los diferentes videos, algunos de la opositora Radio Corporación, muestran cómo los grupos opositores disparaban morteros o lanzaban cócteles molotov, pero también que varios de ellos tenían pistolas o armas de fuego de alto calibre. Lograron obtener el control temporal de toda la zona del estadio, saqueando las oficinas interiores y disparando a la policía. Otro video[12] muestra incluso a manifestantes opositores armados disparando a otros manifestantes de la oposición que responden con gritos de “somos los mismos”.

En el período comprendido entre las 16.30 y las 17.30 horas, no menos de 20 agentes de policía resultaron heridos al tratar de mantener el control de la zona del estadio, y muchos de ellos recibieron graves heridas de bala[13]. Es inaceptable que el llamado análisis “forense” por SITU/EAAF de los disparos a los 17.25pm contra los tres manifestantes opositores que murieron, ignore los acontecimientos violentos más amplios de la misma zona. Al excluir estos acontecimientos ignora también otras explicaciones plausibles, por ejemplo, de que la policía quizás hizo disparos letales porque ellos mismos estaban siendo atacados, o de que los disparos letales fueron efectuados  por pistoleros de la propia oposición que venían desde el Estadio hacia la Avenida Universitaria. De hecho, los muertos y heridos de la policía y los manifestantes figuran en el informe preliminar de la policía al día siguiente, que todavía puede consultarse en el sitio web de la Policía Nacional y que, por supuesto, estaba disponible para SITU-EAAF para consultar[14]. La naturaleza confusa de la violencia ese día, y el hecho de que gran parte de ella fue perpetrada por manifestantes de la oposición, se puso de manifiesto en un reportaje de un testigo presencial  publicado 24 horas después de los acontecimientos por el periodista italiano Giorgio Trucchi[15].

Por qué se publicó el nuevo video

Avanzamos dos años, hasta el 30 de mayo de 2020, cuando el video de SITU-EAAF es lanzado. Los medios de comunicación de la derecha local informan que “una reconstrucción de video muestra cómo la policía de Daniel Ortega mató al menos a tres personas” (100%Noticias) y que “nuevas pruebas forenses” muestran que el gobierno fue responsable de la “masacre” (Confidencial)[16]. Estos informes se contradicen entre sí. 100%Noticias dijo que los tres manifestantes cuyas muertes fueron examinadas en el video de  SITU-EAAF, fueron asesinados por paramilitares apostados a sólo 150 metros; Confidencial, por otro lado, afirmó que los disparos se hicieron “por lo menos a 300 metros” del retén donde los manifestantes fueron asesinados. Como vimos, la confusión puede haber sido resultado de las contradicciones en las pruebas de la propia “reconstrucción”.

Con la publicación del video en el aniversario de la marcha, en un evento en internet en el que participaron las madres de las víctimas, el GIEI pretende claramente resucitar su mensaje de que el gobierno sandinista está asesinando a nicaragüenses inocentes que protestan contra éste. El presente artículo demuestra que las nuevas pruebas son incompletas, engañosas y no respaldan las conclusiones a las que se ha llegado. Una investigación imparcial de la violencia causada por los actores estatales y por los manifestantes es esencial para tener una rendición de cuentas; sin embargo, las mismas investigaciones parecen ser tan politizadas que socavan tal esfuerzo.

El video de SITU-EAAF fue reportado internacionalmente por varios medios de comunicación, incluyendo El País y la BBC Mundo[17]. Para ambos, estaba claro dónde debía estar la culpa. El País hizo hincapié en los métodos “forenses” del video, diciendo que “reconstruía el horror del régimen de Daniel Ortega”, mientras que la BBC concluyó que el análisis “parecía no dejar ninguna duda” de que la policía o la policía auxiliar eran responsables de las muertes.

En realidad, el video de SITU-EAAF no muestra nada nuevo. Como hemos visto, el análisis de las armas de fuego, que podría haber sido publicado un año antes, es mucho más revelador y no apoya ninguna de las conclusiones categóricas del video, las cuales han sido repetidas y amplificadas en los medios de comunicación locales e internacionales. Los videos y las fotos que utiliza estaban ampliamente disponibles, al igual que otros que nunca se utilizaron. SITU-EAAF parece haber ignorado o descartado cualquier material que contradijera su opinión preformada. Pero su video muy bien montado con su “reconstrucción” inventada, ha  sido efectivo, al revivir el argumento de que el gobierno de Daniel Ortega no sólo reprime al pueblo nicaragüense, sino también lo mata.

La mayor interrogante es por qué un organismo de tanta importancia como la CIDH no se tomó el tiempo de realizar un análisis objetivo de los hechos. ¿Podría ser que la otrora independiente Comisión haya caído en el mismo sesgo político que el resto de la OEA? Igualmente inquietante es cómo los medios de comunicación internacionales, en lugar de inspeccionar las pruebas, o pedir una investigación auténticamente independiente, se limitaron a repetir la información interesada de la prensa de oposición nicaragüense.

John Perry es escritor y vive en Nicaragua.

[Foto principal: Manifestantes sandinistas en el Día de la Madre en Nicaragua el 30 de mayo de 2018. Crédito foto: El 19 Digital]

 


 

End notes

[1]              GIEI “Informe sobre los hechos de violencia ocurridos entre el 18 de abril y el 30 de mayo de 2018.”

[2]              Los esfuerzos del Estado de convencer al GIEI y la CIDH de realizar una evaluación equilibrada de los acontecimientos en Nicaragua fueron documentados en una carta presentada a la OEA por el Canciller, Denis Moncada, el 19 de diciembre de 2018, momento en que se publicó el informe del GIEI (http://www.tortillaconsal.com/tortilla/node/5152)

[3]              “Nicaragua: March of the Mothers Reconstruction”, http://marchadelasmadres.com/#/es

[4]              http://gieinicaragua-cartografia-violencia.org/

[5]              Intercambio de correos electrónicos entre el autor y Michael Knox el día 29 de junio de 2020.

[6]              GIEI “Informe sobre los hechos de violencia ocurridos entre el 18 de abril y el 30 de mayo de 2018”, p.164.

[7]              http://gieinicaragua-cartografia-violencia.org/#/1

[8]              Hay muchos videos de portavoces de la oposición en este video de Juventud Presidente, “30 de Mayo, ¿Un plan para sumar?”, disponible en:      https://juventudpresidente.com.ni/180-grados-claves-de-la-verdad-capitulo-vi-30-de-mayo-un-plan-para-sumar/

[9]              “Delincuentes de la derecha asesinan a una persona y hieren a otras 22 de Caravana Sandinista en Estelí”, https://www.el19digital.com/articulos/ver/titulo:77573-delincuentes-de-la-derecha-asesinan-a-una-persona-y-hieren-a-otras-22-de-caravana-sandinista-en-esteli

[10]             Policía Nacional: Nota de prensa no.33 – 2018 (https://www.policia.gob.ni/?p=19356)

[11]             “30 de Mayo, ¿Un plan para sumar?”, disponible en: https://juventudpresidente.com.ni/180-grados-claves-de-la-verdad-capitulo-vi-30-de-mayo-un-plan-para-sumar/

[12]             Ver el primer video de esta página: http://www.tortillaconsal.com/tortilla/node/9567

[13]             “Criminales de la derecha balean a seis agentes de la Policía Nacional”, https://www.el19digital.com/articulos/ver/titulo:77582-criminales-de-la-derecha-balean-a-seis-agentes-de-la-policia-nacional

[14]             Policía Nacional: Nota de prensa no.33 – 2018 (https://www.policia.gob.ni/?p=19356)

[15]             “Nicaragua: Cuando las mentiras ganan y se convierten en realidad”, https://nicaraguaymasespanol.blogspot.com/2018/05/nicaragua-cuando-las-mentiras-ganan-y.html

[16]             “Una reconstrucción en video demuestra cómo la policía de Daniel Ortega asesinó a al menos 3 personas en la matanza del Día de la Madre de 2018”, https://100noticias.com.ni/nacionales/101290-asesinatos-marcha-madres-/; “Nuevas pruebas forenses demuestran responsabilidad del Gobierno en la masacre del Día de las Madres”, https://confidencial.com.ni/nuevas-pruebas-forenses-demuestran-responsabilidad-del-gobierno-en-la-masacre-del-dia-de-las-madres/

[17]             “Forenses argentinos reconstruyen el horror de Nicaragua en el régimen de Ortega”, https://elpais.com/internacional/2020-05-30/forenses-argentinos-reconstruyen-el-horror-de-nicaragua.html?ssm=TW_AM_CM; “Así viví ‘la masacre del Día de las Madres’, uno de los episodios más sangrientos de las protestas que sacudieron Nicaragua hace dos años”, https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-52833756