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México: reforma energética es bloqueada pero define rumbo ideológico de presidenciales de 2024 

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Por Jorge Zúñiga M.
Desde Ciudad de México

Del domingo 17 al martes 19 de abril la agenda política fue movida en México debido a la discusión y debate de la reforma constitucional en materia energética y acceso a la energía eléctrica (17 de abril en la Cámara de Diputados), y la reforma a la Ley Minera en Materia del Litio (18 y 19 de abril en las Cámaras baja y alta). Ambas reformas fueron iniciativas enviadas por el Presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) en su calidad de representante del Poder Ejecutivo.

Estas iniciativas no eran menores. En ellas se jugaba lo avanzado por los gobiernos neoliberales del pasado. Por una parte, con la extinción de la compañía estatal que operaba la distribución de la luz eléctrica en la Ciudad de México y la Zona Metropolitana, lo cual en 2009 suscitó una de las mayores marchas contra Felipe Calderón Hinojosa, entonces ocupante del gobierno federal. Por otra, con la reforma energética del sexenio pasado, mal gobernado por Enrique Peña Nieto, un político que por plena ignorancia de los asuntos económicos públicos y sin criterio, se apegó a los dictados de la economía de mercado, asesorado por Luís Videgaray y José Antonio Mead, dos Chicago boys del sexenio pasado.

La alianza del PRIAN y sus aliados

Como ha sido documentado por varios analistas, el proyecto neoliberal requería de un proyecto y ejecución a corto y mediano plazo que fuera ejecutado por partidos políticos que compitieran en elecciones, como el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el Partido Acción Nacional (PAN) en México. Ambos debían defender las máximas del libre mercado y con ello el interés de los grandes inversionistas. 

Por eso, ya desde que Andrés Manuel López Obrador era presidente del Partido de la Revolución Democrática (PRD) a finales de los años noventa del siglo pasado, hablaba de la alianza partidista del PRIAN (palabra que representa el trabajo coordinado del PRI y del PAN): compiten en elecciones pero cuando éstas terminan, se alinean a la agenda neoliberal y de los grandes inversionistas. 

Por mucho tiempo ambos partidos negaban su contubernio y complicidad, pero frente a su notoria alianza comenzó ésta a hacerse más evidente, principalmente cuando veían como inminente el triunfo de AMLO en 2018. El descaro sin tapujos llegaría cuando Andrés Manuel ya en la presidencia comienza a avanzar desde las instituciones en el proyecto de la Cuarta Transformación (4T). Lo cual se hace, además, con un amplio respaldo popular. 

Ya en esta situación, el PRIAN fortalece su concubinato y comienza a limar las asperezas sufridas en la campaña de 2018. Esta nueva unión, sin embargo, no se establecerá vía los partidos políticos del PRI y del PAN, y su aliado del PRD, sino por medio de uno de los empresarios con un activismo político a favor de los beneficios del pasado: Claudio X. González. Este hombre de negocios es dueño de empresas importantes, algunas transnacionales, y ha impulsado el periodismo de investigación como un arma más de su lucha contra los gobernantes que no atienden sus intereses de inversión y acumulación del capital. Así nació la Alianza Va Por México, el bloque opositor de la 4T.

El empresariado dirigiendo a la clase política

En efecto, en 2020 este empresario sienta a los partidos que se definen como oposición frente al gobierno de AMLO (PAN, PRI, PRD) y los agrupa como una coalición de partidos que hagan frente desde el Congreso a las reformas que vayan en la dirección de la Cuarta Transformación de México. Es decir, el empresario sienta a los políticos y los instruye. Esta imagen es un vivo retrato de lo que desde los años noventa del siglo pasado estuvo denunciando López Obrador: en el periodo neoliberal, la oligarquía manda e invierte en políticos para que defiendan su agenda desde las instituciones y le den legalidad. Esto ya se sabía, pero la Alianza Va Por México en 2020 lo hizo transparente.

Pues bien, la reforma energética discutida el 17 de abril en la Cámara de Diputados se enfrentó contra esta alianza de partidos. Basta con ver la sesión de dicho día para escuchar la amplia serie de argumentos por parte de esta alianza a favor de seguir colocando al mercado como la entidad adecuada para ofrecer los servicios públicos energéticos y eléctricos. Es decir, reavivando las políticas de privatización, sin lograr entender que la ciudadanía mexicana respalda el proyecto de la 4T por el hecho de que del modelo del cual se intenta salir no fue capaz de cubrir las necesidades políticas y materiales de la población.

Partidos neoliberales logran bloquear la reforma en materia eléctrica

Ante la amplia posibilidad de que la reforma energética no fuera aprobada, pues ella requería al menos 334 de 500 votos en la Cámara de Diputados y se necesitaba por ello votos de la oposición, el Presidente López Obrador anunció que si la ley no era aprobada, enviaría de inmediato su iniciativa de reforma al litio. Esto fue lo que terminó sucediendo: la reforma energética no alcanzó los votos suficientes para ser aprobada y al día siguiente tocaría turno al envío y discusión de la reforma a la Ley Minera en materia del litio, la cual sí fue aprobada en las Cámaras por requerir la mitad mas un voto, cantidad que sí lograba MORENA con sus aliados.

El rechazo de la reforma energética el 17 de abril en la Cámara de Diputados exhibió por enésima vez la Alianza PRI-PAN (PRIAN), a la cual se sumaron el PRD y un nuevo partido que no hay que perderlo de vista: Movimiento Ciudadano, partido gobernante en dos de los tres estados más grandes de México: Nuevo León y Jalisco. 

Movimiento Ciudadano exhibió su cara ideológica en materia económica. Si bien es un partido que por conveniencia más que por convicción ha defendido la agenda progresista de los movimientos feministas, de la diversidad sexual y de género, es cierto también que no es capaz de conciliar con un proyecto de transformación de las relaciones socioeconómicas de injusticia fomentadas por el neoliberalismo. 

Este partido se exhibió en la sesión del 17 de abril en la Cámara de Diputados como defensor de la agenda de las grandes empresas teniendo en el debate parlamentario una coincidencia enorme en sus argumentos con los esgrimidos por el PRIAN, a saber, defensa de las empresas y del libre mercado y ataques verbales contra el Presidente López Obrador. Este partido en tribuna ni siquiera habló a sus representados y representadas, le habló a las empresas y, si acaso, al Presidente López Obrador para que éste supiera que no dejarían pasar sus proyectos e iniciativas.

Así, este partido que ha tenido la capacidad de cautivar a un sector de la población por su agenda progre, se exhibe como un aliado más de la Alianza Va Por México. Con esto, Movimiento Ciudadano dejó ver nítidamente que no representa una alternativa frente al modelo neoliberal, pues cuando sus votos son requeridos para legalizar la explotación de las empresas privadas de los bienes públicos, está disponible. 

El bloqueo de la reforma deja en evidencia los frentes ideológicos

El 18 de abril se le preguntó al Presidente  López Obrador en La Mañanera, la conferencia de prensa que ofrece diariamente, qué pasaría con la reforma energética una vez que no había sido aprobada. Él respondió, ante el cuestionamiento, que sería su sucesor o sucesora quien se haría cargo de ella y quien debería impulsarla en la primera oportunidad.

Se ha dicho por parte de analistas y periodistas que AMLO colocó la reforma energética como un dardo envenenado para mostrar a la ciudadanía los dos grandes bloques políticos del país: quienes defienden la agenda neoliberal (los conservadores) y quienes están por el desmantelamiento del modelo neoliberal (la izquierda liberal). Esto es cierto, en parte. Sin embargo, a ello hay que sumar también que el Presidente López Obrador dejó ya una bandera de campaña para el o la próxima candidata de MORENA en las elecciones del 2024.

AMLO abre la campaña de su sucesor o sucesora en MORENA

En efecto, el Presidente López Obrador terminará apoyando, aunque sea de forma discreta, al candidato o candidata de MORENA que esté comprometido o comprometida con profundizar el camino de la 4T, lo cual significa que él o ella promueva un proyecto de transformación del modelo de injusticia provocado por el modelo neoliberal que esté en sintonía con las reivindicaciones de los movimientos sociales de hoy: de la diversidad sexual y de género, de edad, y de la agenda feminista. Y sin olvidar que al día de hoy hay aún decenas de millones de mexicanos y mexicanas en situación de pobreza.

De esta forma, el mensaje de AMLO se desplazó en dos vías: primero, colocó ya una bandera de campaña para MORENA y su candidato o candidata para las elecciones presidenciales del 2024. Segundo, él o ella deberá sentir la indignación sobre la desigualdad y explotación insolente que el modelo neoliberal y su esquema político de corrupción demencial ha provocado en el país para poder hacer una defensa creíble y fiel al espíritu de la Cuarta Transformación de México, la aspiración que millones de mexicanos y mexicanas tienen frente al desastre que el periodo neoliberal dejó a su paso.

Reforma al litio busca proteger un recurso estratégico

Y si lo anterior no está claro, recordemos, nuevamente, la reforma en materia del litio que presentó López Obrador inmediatamente después de la reforma energética. Por una parte, es una reforma para proteger el litio como fuente natural de energía y de uso estratégico del Estado cuyo empleo en los próximos años se incrementará y, por otra, es una reforma que protege esta fuente de energía como propiedad de la nación. 

Por esta razón se presentó la reforma a la Ley Minera, puesto que ésta ha consentido sin tapujos a las grandes empresas nacionales y extranjeras (canadienses y estadounidenses, principalmente) sin resarcir los daños a las zonas naturales explotadas ni a las propias poblaciones. En un país privilegiado con grandes riquezas naturales, los grandes empresarios de minas fueron los únicos beneficiados por esa ley que junto con la ley fiscal  les reduce el pago de impuestos al mínimo: si los ciudadanos pagan 26.6% de impuesto, o 11% según sea el caso, el sector minero paga 6.5% de sus ingresos acumulados.

Que Andrés Manuel haya orientado por dónde debe ir el o la candidata del partido que lo llevó a la presidencia, no es una novedad. En su mensaje del 1 de diciembre de 2021, a tres años de su gobierno, señaló en el Centro de la Ciudad de México que aun cuando los asesores de campaña recomiendan moverse al centro y moderarse, lo que se necesitaba hoy en México era continuar por el camino de la Cuarta Transformación. Es decir, no había momento y espacio para las y los moderados, para quienes no asuman con seriedad el proyecto de minar el modelo neoliberal a la vez de resarcir las injusticias y desigualdades que éste provocó en México.

Resumen de una definición del poder legislativo del gobierno

Si bien el 1 de diciembre de 2021 Andrés Manuel manifestaba el perfil de quien podría continuar desde la Presidencia de la República el proyecto de la transformación de México, el 18 de abril de 2022 dejaba la primera bandera de campaña para MORENA y su candidato o candidata junto con aquella de la consolidación de la reforma del litio.

De modo que el proceso político y legislativo de las reformas en cuestión arrojó más datos de lo que en apariencia era. Ciertamente se buscó con la fuerza de MORENA y sus aliados en el Congreso, como el Partido Verde Ecologista de México (partido que ha sido desacreditado por haber sido aliado del PRIAN en todo el periodo neoliberal, para luego ser aliado de MORENA en las cámaras), revertir las reformas neoliberales que hubo en materia energética y eléctrica, lo cual no fue posible lograr por el momento. Pero viendo hacia adelante, el Presidente logró, por un lado, formar con nitidez los dos bloques políticos del país. En sus palabras: el bloque de los conservadores, incluido el progre de Movimiento Ciudadano, y el de los liberales, representados, con sus defectos y limitaciones, por MORENA y su aliado el Partido del Trabajo, también con sus defectos y limitaciones. Y, por otro, confirmó el perfil del candidato o candidata a sucederlo y ya con una bandera y el encargo a defender en las elecciones de 2024 y posteriormente: la reforma energética y la consolidación de la Ley Minera.

Esto que lanza el Presidente con sus palabras, es el espíritu de la 4T y de la militancia de MORENA. Es, claramente, un mensaje para quienes quisieran descafeinar el proyecto de la Cuarta Transformación de México. 

 

Jorge Zúñiga M., grado de doctorado en filosofía, es profesor de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM y autor de diversas publicaciones sobre filosofía social y filosofía política. Blog: https://uni-frankfurt.academia.edu/JorgeZúñigaM