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Contundente victoria del MAS en Bolivia: una bofetada al golpismo anti-indígena y anti-socialista de las Américas

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William Camacaro
Desde Caracas

La contundente victoria electoral del Movimiento al Socialismo (MAS) en Bolivia puede ser un punto de inflexión en el continente que lleve a la construcción de un nuevo bloque socialista sudamericano.

Después de haber sido removido del poder por un golpe militar con elementos fascistas, anti-indígenas y neoliberales hace un año, el ex presidente Evo Morales con sus aliados, el candidato presidencial Luis Arce y a vicepresidente David Choquehuanca, declararon el triunfo en las elecciones que se celebraron la noche de este 18 de octubre. Arce, quien se desempeñó como ministro de Finanzas de Morales, se encontraba liderando la carrera por la presidencia con el 52,4% de los votos, y el expresidente Carlos Mesa en un distante segundo lugar con el 31,5%. El candidato de derecha Luis Camacho, aliado de la presidenta de facto Jeanine Añez, con solo el 14,1% de los votos, según las encuestas a boca de urna. Añez ya reconoció por Twitter el triunfo del MAS[1].

 

La presidente de facto no tuvo otra alternativa que reconocer el triunfo del MAS y Luis Arce.

Una vez que la victoria del MAS se ratifique oficialmente en Bolivia en los próximos días, representará una aplastante derrota para la derecha internacional. Será una derrota política para otros líderes conservadores de la región, entre ellos el presidente Jair Bolsonaro en Brasil e Iván Duque en Colombia, quienes apoyaron al régimen dictatorial de Janinez Añez. Sin duda que el triunfo  del MAS oxigenará a la revolución bolivariana, que en este momento está acorralada por las sanciones ilegales de EE. UU., la guerra económica y la posibilidad de agresiones militares. Pero al mismo tiempo dará algo de respiro, por lo menos en lo simbólico, a Cuba y Nicaragua, también acosadas por las sanciones.

El triunfo del MAS en Bolivia podría empujar a Argentina sin ambigüedades hacia la izquierda. El gobierno de Alberto Fernández  ya no podrá mantener posiciones tibias en política internacional como la que presentó hace pocos días, aliándose con los países de derecha del Grupo de Lima en sus esfuerzos para desprestigiar a Venezuela en el seno de Naciones Unidas. Una victoria del MAS también podría impulsar la fuerza social que se ha organizado en torno al plebiscito en Chile que busca reformar a la Constitución pinochetista. Y será un espaldarazo a la opción electoral del candidato presidencial de Ecuador, Andrés Arauz, contra el neoliberalismo del ex político de izquierda Lenín Moreno.

Un éxito electoral de esta magnitud le dificultará la vida al gobierno conservador y militarista colombiano y podría dar más fuerza a la candidatura de Gustavo Petro en las próximas elecciones.

Todo este nuevo escenario ratifica que Estados Unidos ya no es la gran nación liberal del mundo. La independencia de América del Sur de España se debió, en gran parte, a que ésta fue invadida por las fuerzas napoleónicas. España se encontraba luchando por su propia supervivencia en contra de Napoleón, en momentos en que se desarrollaba la guerra de independencia en sudamérica. En un proceso similar, Estados Unidos inicia una etapa muy complicada desde el punto de vista económico, social, sanitario y político, luego de estas próximas elecciones presidenciales y en el contexto de la crisis del COVID-19. El costo para el país tras la llegada de Donald Trump a la Presidencia ha sido enorme. La nación tiene que llevar a cabo una serie de controles de daño y reparar múltiples heridas a nivel nacional e internacional. Ese proceso le tomará algunos años en un momento en que China ha emergido como la gran economía mundial. Estamos entrando en otra etapa, otra era, donde hay sin duda un efecto contestatario al ex poder hegemónico de EE. UU., especialmente desde la movilización social en América Latina desde grupos que han estado históricamente excluidos.

En Bolivia se ha producido una histórica victoria popular en la que los ciudadanos de una nación pobre han logrado a través del voto acabar con una dictadura militar apoyada por los Estados Unidos. Han derrotado a las fuerzas militares que apoyaron el golpe de Estado, a las grandes corporaciones nacionales e internacionales que se aprestaban a despojar al país nuevamente del carácter público de sus recursos energéticos y minerales. Es realmente un triunfo impresionante, dadas las duras condiciones en que el MAS y sus candidatos tuvieron que realizar su campaña electoral. Persecuciones ilegales, demandas judiciales falsas, arrestos, represión política y violencia directa.

Este es un resultado que tendrá ramificaciones y efectos en todo el continente en un momento en que los Estados Unidos da señales de haber entrado en un proceso de  decadencia. El bloque bolivariano sigue sobreviviendo pese a los bloqueos, sanciones económicas, amenazas militares, guerras mediáticas y todo el hambre y el sufrimiento que se provoca a millones de latinoamericanos con las medidas ilegales de EE. UU. Los indígenas bolivianos han dado, este 18 de octubre, un ejemplo enorme de dignidad, soberanía e independencia.

 

William Camacaro es Analista Senior de COHA

Asistencia editorial de Patricio Zamorano, Co-Director de COHA

[Crédito foto principal: Alina Duarte]


 

Fuentes

[1] https://twitter.com/JeanineAnez/status/1318048552191483904