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Bukele y uso político de pandemia en El Salvador: entre la ilegalidad y la violación de DDHH

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Por Alina Duarte
Desde Ciudad de México

Detrás de esa imagen jovial de un Presidente que se toma “selfies” en la ONU y que gobierna por redes sociales hay un aliado estratégico de Estados Unidos al que el respeto a los derechos humanos poco le tiene con cuidado.

 El Presidente de El Salvador, Nayib Bukele, ha tenido presencia en las redes sociales más allá de las fronteras salvadoreñas en al menos cuatro ocasiones durante las últimas semanas. La primera, cuando hizo uso de las fuerzas armadas para militarizar la Asamblea Nacional; la segunda, el discurso en donde anunciaba las medidas a tomar en el marco de la pandemia del coronavirus acompañado de narrativas que sugerían que la respuesta gubernamental se trataba de “un modo ejemplar” de afrontar la crisis sanitaria[1]; la tercera, cuando su nombre y declaraciones de uso de fuerza letalcontra delincuentes acompañaba las imágenes de reclusos en centros de detención en ropa interior y sentados en el suelo, hacinados en fila uno contra otro, custodiados por elementos de las fuerzas armadas; y una cuarta, una entrevista con René, vocalista del grupo Calle 13, cuya relevancia ya abordaremos.

Se trata así de cuatro eventos que dentro de cierto sector de la población, aún dentro de uno poco o medianamente progresista, generaron confusión. Y es que para quienes ven con lejanía la situación en El Salvador o viven el bloqueo mediático sobre la nación centroamericana, hilar estos hechos pareciera ser contradictorio o no tener sentido. Pero lo tiene. Nayib es más que estos cuatro episodios estelares y por ahí brevemente queremos empezar.

Bukele fue alcalde tanto de Nuevo Cuscatlán como de San Salvador por el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), pero en octubre del 2017 fue expulsado del partido por “promover división interna y llevar a cabo actos difamatorios en contra del partido político”. Además fue  acusado de agredir física y verbalmente a la síndica Xochitl Marchelli durante una sesión del concejo municipal de San Salvador[2].

Reos hacinados en una cárcel de El Salvador (Crédito foto: Cuenta de Twitter de Osiris Luna Meza, Viceministro de Justicia y Director General de Centros Penales AdHonorem).

Giro radical de Bukele a la derecha

Una vez fuera del FMLN, el partido de derecha ARENA bloqueó su anhelo de llegar a la presidencia haciendo uso de su infraestructura electoral y Bukele, a quien se le negó también participar en la contienda con su partido “Nuevas Ideas” creado al vapor de su deseo presidencial, se suma al partido de centroderecha GANA (Gran Alianza por la Unidad Nacional). Este partido le otorga la victoria presidencial contra un FMLN desgastado por una reforma económica radical que no pudo concretarse completamente, una amplia campaña mediática en su contra durante sus dos gestiones. Y además, con el problema de haber realizado avances sociales en salud y educación para la población más vulnerable pero que no convencieron a una generación joven que no vivió o no dimensionó la Guerra Civil que concluyó con los Acuerdos de Chapultepec de enero de 1992, cuando Nayib Bukele apenas tenía 10 años de edad. Sin embargo, sí les convenció un discurso e imagen juvenil de alguien que no se asume como “político”, sino como un “outsider”.

Las elecciones presidenciales de 2019  arrojaron resultados irrefutables. De 2 millones 701 mil 992 votos Bukele obtuvo el 53.10%, generando un enorme reto para el histórico FMLN y la izquierda que participa en elecciones, que fue desplazado a un remoto tercer lugar con el 14.41% de la votación. Era evidente que la población buscaba “un cambio” sabiendo o no hacia dónde, pero así lo manifestó claramente.

Poco tiempo tuvo que pasar para que Bukele mostrara quiénes eran sus aliados geopolíticos y quiénes sus “enemigos”. De hecho ya lo había dejado ver antes de llegar al Palacio Nacional.

Cercano a Donald Trump y la derecha continental

Bukele, hijo de un empresario multimillonario y de ascendencia palestina por parte de sus abuelos paternos, ya había manifestado su cercanía ideológica y política con el gobierno de Israel siendo alcalde[3], mientras que como presidente expulsó del país al personal diplomático de Venezuela y en la Organización de los Estados Americanos (OEA) apoyó la fallida activación del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR) en contra del gobierno bolivariano.

El mandatario nunca negó la prioridad de las relaciones bilaterales con Estados Unidos. Se reunió con  Donald Trump (a quien llamó “simpático y cool”)  y aceptó un acuerdo que fue presentado como instrumento para combatir el crimen organizado, reducir el tráfico ilegal de drogas, la trata de personas y para el fortalecimiento de la seguridad entre fronteras. Pero en el fondo, aceptaba tramitar como demandantes de asilo a migrantes quienes pasando por territorio salvadoreño buscaran llegar a Estados Unidos, el llamado “tercer país seguro”. El carácter conservador de su gobierno y alianza -sumisión en realidad- con Estados Unidos también se materializó con la visita del secretario de Estado Mike Pompeo a El Salvador.

Sin abandonar el pragmatismo que le caracteriza, Bukele hizo una visita de Estado a la República Popular de China y actualmente colabora con el gobierno de México en el proyecto de integración y fomento del desarrollo en lo que ha sido denominado el “triángulo norte centroamericano”. Estos movimientos en el ajedrez político  no contradicen el revés que ha dado a las alianzas que el FMLN había mantenido con gobiernos progresistas de la región.

Usó a militares para presionar a la Asamblea Nacional

En cuanto a lo interno, sus prácticas políticas han levantado todo tipo de alertas en más de una ocasión.

Instruye a sus funcionarios sobre en sus tareas diarias gobernando a través de las redes sociales. Con la gorra puesta con la visera hacia atrás, el  autodenominado “presidente más cool y guapo del mundo mundial”[4] fue motivo de críticas internacionales cuando en un primer episodio mediático decidió militarizar la Asamblea Nacional el pasado 9 de febrero.[5]

Con un despliegue militar por las calles, Bukele arribó al recinto legislativo  y procedió a rezar, rodeado de militares, para “ejercer presión” sobre los legisladores para que estos le autorizaran a negociar un préstamo de 109 millones con el Banco Centroamericano de Integración Económica para financiar la tercera etapa de su Plan Control Territorial[6]. Esta estrategia busca militarizar el país en nombre de la seguridad nacional y resolver la inseguridad con balas, drones y armamento de última tecnología, no como una consecuencia de la desigualdad estructural imperante. Como si no fuera poco, este plan carece de transparencia en cuanto a los recursos económicos que hasta ahora el legislativo ya le ha aprobado[7].

En un país de 6.4 millones de habitantes de los cuales el 26.3% de los hogares equivalente a un millón 683 mil 200 viven en pobreza y 510 mil en pobreza extrema[8], Bukele ha decidido implementar el mencionado “Plan Control Territorial” que tendrá  un costo total de 575 millones de dólares para el 2021[9].

Manejo político del COVID-19

Volvemos a los cuatro episodios originalmente planteados al inicio de este texto, todos ellos ligados entre sí.

Ya hablamos sobre la militarización de la Asamblea Nacional. Respecto al segundo punto, Bukele y el manejo de la pandemia va más allá del discurso que se viralizó en redes sociales para responder a la crisis sanitaria.

El llamado “Plan de Respuesta y Alivio Económico ante la Emergencia Nacional contra el COVID-19[10] anunciado por Bukele y distribuido y difundido ampliamente en redes sociales y medios de comunicación, estableció un subsidio de 300 dólares a poco más de 1.5 millones de familias, la suspensión del pago de los servicios de electricidad, agua, teléfono, TV cable e internet. También ordenó el aplazamiento de pagos de alquileres y de las cuotas de créditos hipotecarios, de consumo, de tarjetas de créditos o de préstamos de vehículos por tres meses. Asimismo, decretó la prohibición de empresas de despedir a trabajadores por este mismo tiempo, junto con la obligación de mantenerles el salario aunque no laboren. Además, abrió líneas de crédito para las micro, pequeñas y medianas empresas. Sin embargo, los testimonios y reclamos de la población comenzaron a refutar el éxito de estas medidas. Por ejemplo, los bonos de 300 dólares no llegaron a todos[11] y a quienes no pagaron sus cuentas en marzo, les llegaron con cobros por atraso en abril.[12]

Cuenta de Twitter de Osiris Luna Meza, Viceministro de Justicia y Director General de Centros Penales AdHonorem

Grave violación a los derechos humanos

Sin embargo, lo más importante y preocupante es el hecho de que detrás del discurso de Bukele, existen múltiples violaciones a los derechos humanos que poco han salido a la luz en la prensa internacional.

Fue el Comité de Solidaridad con el Pueblo del Salvador (CISPES por sus siglas en inglés) quien documentó extensamente esta situación en su Reporte Especial “Violaciones de Derechos Humanos abundan en El Salvador mientras el presidente Bukele responde a COVID-19[13].

En este reporte, CISPES detalla que si bien se tomaron medidas como cuarentena obligatoria en centros establecidos para quienes regresen por vía aérea o terrestre a El Salvador:

“(…) muchas de las acciones posteriores del presidente Bukele han suscitado preocupación. Sus medidas más estrictas en particular, como la aplicación militar de una orden nacional de permanencia en el hogar y la detención arbitraria de personas acusadas de violar la cuarentena, han sido denunciadas por exceder los límites establecidos por la Constitución de El Salvador.

Si bien las organizaciones de derechos humanos, los movimientos sociales progresistas y los líderes de la sociedad civil en El Salvador están de acuerdo en que son necesarias medidas integrales de protección y prevención, muchos denuncian una ola creciente de violaciones de derechos humanos derivadas de la suspensión de los derechos constitucionales y el uso de la fuerza que ha caracterizado la respuesta del gobierno a la amenaza de COVID-19, así como la flagrante desestimación del Presidente Bukele de las recientes sentencias de la Corte Suprema destinadas a frenar su política de detención”.

Estas denuncias por parte de organizaciones y defensores de derechos humanos han ido en constante incremento conforme transcurren los días[14], y es que no hay duda de que la coerción ha sido un eje fundamental de las medidas tomadas por Bukele durante la pandemia, y los datos lo confirman.

Hasta el pasado 05 de mayo mientras los casos confirmados de coronavirus llegaban a 587, junto a 14 fallecimientos por COVID-19, los detenidos por “violar la cuarentena” ascendían a 2.394[15].

Aún cuando la  Sala de lo Constitucional de la Suprema Corte de Justicia prohibió a Bukele continuar con las privaciones de libertad en la forma de confinamiento o internamiento sanitario forzoso a quienes incumplan la cuarentena, la respuesta de éste fue redactada en un tuit asegurando que no acataría la medida[16]: “NINGUNA resolución está por encima del derecho constitucional a la vida y salud del pueblo salvadoreño.”

Este pasado 5 de mayo, la Asamblea Legislativa aprobó la Ley de Regulación para el Aislamiento, Cuarentena, Observación y Vigilancia por COVID-19 con 56 a favor y 26 en contra. Con esta ley “se declara todo el territorio nacional como zona epidémica sujeta a control sanitario para combatir el daño y evitar la propagación del COVID-19” y este control incluye medidas que continúan generando inquietudes sobre posibles violaciones a la Constitución.[17]

Y como si ello no fuera suficiente, las condiciones en las cuales se encuentran quienes están detenidos, han llamado la atención de defensores de Derechos Humanos, pues hay quienes aseguran que una vez detenidos, han pasado parte de su confinamiento durmiendo en el suelo. Algunos de ellos ya llevan detenidos más de un mes[18].

Cuenta de Twitter de Nayib Bukele.

Naciones Unidas certifica abusos del gobierno de Bukele

La situación ha hecho que Michelle Bachelet, Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos asegure que el gobierno de Nayib Bukele “no está respetando los principios fundamentales del estado de derecho”[19].

La suspensión de libertades de la población llegó al punto máximo cuando se decretó estado de excepción por primera vez el 15 de marzo por un plazo de 15 días. Luego se prorrogó por el mismo plazo  el 29 de marzo y quedó sin efecto el pasado 14 de abril. Bukele y los legisladores de derecha, sin el respaldo del FMLN, han insistido en aprobar nuevamente un estado de excepción que hasta el pasado 2 de mayo aún no ocurría.

Al respecto, Bachelet agregó que “incluso en un estado de emergencia, algunos derechos fundamentales no pueden ser restringidos o suspendidos, incluido el derecho a no sufrir maltrato y la garantía fundamental contra la detención arbitraria”. Asimismo, la funcionaria de la ONU exigió que se investiguen todos los presuntos abusos de los derechos humanos en el marco de la crisis sanitaria[20].

Y aunque la violación de derechos humanos por parte de la administración Bukele en medio de la pandemia han sido de diversa índole y ampliamente documentadas, en este último punto es importante no dejar pasar las referentes a la libertad de expresión y acceso a la información. Docenas de quejas se han presentado ante la Oficina del Defensor del Pueblo para los Derechos Humanos. Como ejemplo, se ha negado acceso al público a los informes que detallan denuncias de quienes se encuentran en los centros de cuarentena. En ellas se detalla cómo no han podido saber sus resultados de pruebas de contagio del coronavirus.

Impacto de fotos de reo hacinados

Un tercer episodio mediático y tal vez de los más controversiales son las fotos de reos en centros de detención hacinados uno tras otro en el suelo y en algunos casos, con mascarillas. Pero sobre todo, es preocupante la autorización del uso de la fuerza letal en las calles.

Nayib Bukele no es el único gobierno que ha aprovechado la pandemia para violentar los derechos humanos y profundizar el asedio contra la disidencia política. Jeanine Añez en Bolivia es un gran ejemplo de ello, quien no sólo ha ido en contra de quienes disienten de ella en plena pandemia[21], sino que perpetúa las consecuencias de un golpe de Estado a Evo Morales manteniendo a ex funcionarios en la Embajada de México en La Paz sin otorgarles salvoconductos[22]. Sin embargo lo que ocurre en El Salvador, a diferencia de lo que ocurre en Bolivia sí ha logrado ponerse a debate internacional.

En cuanto al trato de reos, El Salvador ha ido contra la tendencia de medidas implementadas  en países como Nicaragua (donde se anunció el traslado de prisioneros a arresto domiciliario), y México. En este último país se promulgó una Ley de Amnistía que pone en libertad a mujeres condenadas por interrumpir su embarazo. La ley beneficia también a médicos, cirujanos y parteras que hayan  ayudado a estas mujeres. También se benefició a quienes hayan sido acusados de posesión y transporte de narcóticos en caso de que se trate de personas en estado de vulnerabilidad, o por delitos cometidos por indígenas a quienes no se les haya garantizado el debido proceso.

Para dimensionar la preocupación, sobre lo que puede ocurrir en las cárceles de El Salvador (denominada en varias ocasiones como “una bomba de tiempo”[23]), hay que destacar que se trata del país con la segunda tasa de presos per cápita más alta del mundo sólo después de Estados Unidos. Esto se suma al hecho de que mientras los centros de detención tienen una capacidad para aproximadamente 18 mil reclusos, actualmente cuentan con más de 38 mil. La presencia del coronavirus en estos recintos implicaría una crisis a gran escala.

Poner en práctica una política de deshacinamiento de las cárceles salvadoreñas es un desafío importante. La población sin duda apoya medidas carcelarias que mantenga a la delincuencia pandilleril tras las rejas. Sin embargo, una política selectiva que dé, por ejemplo, beneficios de arresto domiciliario a condenados por crímenes no violentos o de índole civil y no criminal, podría ser una solución temporal que rebaje la sobresaturación carcelaria.

Bukele: uso de fuerza letal en las calles

Referente a las medidas que se han tomado en la pandemia y en el marco de un azote de violencia en el país centroamericano, Bukele ha aprovechado para recrudecer su “política de cero tolerancia” contra las pandillas, no solamente “mezclando” a los reos sin importar la pandilla a la que pertenezcan, sino autorizando el uso de la fuerza letal por parte de la policía y el ejército en las calles[24].

Esta orden de uso de fuerza letal muestra claramente el autoritarismo de Bukele, pues ha llevado adelante estas políticas públicas no acatando las declaraciones expresas de organismos y defensores de derechos humanos, nacionales e internacionales, que han alertado sobre la gravedad de estas acciones.

En acciones que se han convertido en la norma,  en lugar de acatar recomendaciones y reclamos de organismos de Derechos Humanos, Bukele procede a desafiarlas profundizando en sus acciones. Por ejemplo, determinó sellar las celdas donde los individuos son internados. “Ya no se podrá ver hacia afuera de la celda. Esto evitará que puedan comunicarse con señas hacia el pasillo. Estarán dentro, en lo oscuro, con sus amigos de la otra pandilla”[25], declaró por Twitter.

Pero hay una variable poco tomada en cuenta. Si bien las imágenes y decisiones de Bukele pueden rememorar episodios del ascenso del autoritarismo que derivó en dictaduras en nuestra región en las décadas de los sesenta y setenta o en suspensión de garantías individuales para contener la indignación social (como en Chile con Sebastián Piñera, en Ecuador con Lenín Moreno y en Colombia con Iván Duque), Bukele cuenta con una aprobación popular que ronda el 90%[26] en el país. Esta favorabilidad circunstancial, por alta que sea, dista de otorgar a Bukele el derecho a violar los derechos humanos de la población o a ejercer acciones que van contra la ley, la Constitución de El Salvador y la legislación internacional. Bukele parece confundir apoyo en las encuestas con impunidad legal frente a políticas arbitrarias y antidemocráticas.

A pesar de la vulneración de los derechos humanos, la población salvadoreña ve en la “política de mano dura” contra las llamadas “maras[27]” una respuesta exitosa a la violencia. Y esto no es sino el éxito de la narrativa neoliberal y punitiva de combatir la violencia con represión, cárcel, castigo y fuerza letal. Esta narrativa completamente deshumanizada es más exitosa que una política de redistribución de la riqueza, de eliminación de la brecha de desigualdad a través del incremento del gasto social en educación, salud y vivienda. Todas estas políticas progresistas impiden que la población se vea obligada a optar por el pandillismo como una opción de vida.

Una entrevista lo deja claro: Bukele es profundamente conservador

El cuarto episodio mediático de Nayib Bukele que queremos destacar: una entrevista en las redes sociales con el artista René, también conocido como Residente, ex vocalista del grupo Calle 13[28].

Detrás de una actitud despreocupada y de “tener todo bajo control”, Bukele mostró en esta entrevista dirigida fundamentalmente a jóvenes de distintos países del continente americano, varias posturas que para muchos fuera de El Salvador aún le eran desconocidas, como por ejemplo, su abierta postura contra el derecho de la mujer a decidir sobre su cuerpo, específicamente cuando refiere a la irrupción del embarazo, así como evidencia la homofobia y  transfobia del mandatario[29].

La entrevista donde Bukele señala que el “matrimonio es el casamiento entre un hombre y una mujer” declara con todas sus palabras: “No estoy a favor del aborto y creo que al final, en el futuro, algún día nos vamos a dar cuenta de que es un gran genocidio el que se está cometiendo con los abortos”, declaración que causó desagrado en el entrevistador, “no coincido contigo”.

En el caso de sus posturas personales en contra del matrimonio igualitario, generaron una serie de amenazas en redes sociales en contra de la comunidad LGBTI en El Salvador[30]. Por esto, las múltiples organizaciones que conforman la Federación Salvadoreña LGBTI exigieron al Ministerio de Justicia y Seguridad y a la Fiscalía General de la República que se investiguen y que “cesen las declaraciones de cualquier funcionario público sobre temas LGBTI que se basen en sus creencias personales y religiosas”[31].

La organización Comunicando y Capacitando Trans (COMCAVIS TRANS) ha indicado que entre 2018 y septiembre de 2019 se reportaron 151 casos de desplazamiento forzado de personas LGBTI en El Salvador, ante lo cual la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR)  solicitó a la administración de Bukele realizar investigaciones necesarias para que los crímenes de odio contra este sector de la población no queden en impunidad[32].

Conclusiones

 Las pruebas son innumerables para poder afirmar que Nayib Bukele no ha dudado en violar los derechos humanos de la población, ejercer un abierto autoritarismo, y hacer uso de las fuerzas armadas bajo cualquier pretexto, buscando incrementar y consolidar su poder personal. Para ello, usa y abusa de las frágiles instituciones democráticas salvadoreñas,  Prueba de ello es cómo ha utilizado la pandemia del coronavirus como pretexto para continuar llevando adelante políticas autoritarias e ilegales contra los derechos ciudadanos de la población.

Además, su política de constante endeudamiento so pretexto de una política de seguridad nacional demuestra su ignorancia sobre la historia de América Latina. Hay clara evidencia de que fue a través de la deuda externa y de préstamos de organismos internacionales (como a los que él busca recurrir como política pública), los que profundizaron la dependencia estructural de nuestras naciones.

Lejos de crear con éxito una independencia económica, esta deuda internacional ha generado todo lo contrario: condiciones impagables que han condenado a nuestros pueblos a la miseria. Si estas acciones no corresponden a ignorancia, aumenta entonces la responsabilidad de Bukele, pues puede implicar que actúa como operador y a beneficio de los organismos financieros internacionales.

Bukele, además, opera como un aliado de Estados Unidos, que no duda en secundar a la Casa Blanca en sus políticas imperialistas contra los gobiernos progresistas de la región, o por ejemplo apoyar la ocupación ilegal del territorio palestino.

También cabe resaltar que las narrativas en torno al éxito o fracaso del Gobierno de Bukele están en disputa en los medios de comunicación. Mientras la violación de derechos humanos es sistemática, medios como el Washington Post afirman desde una visión abiertamente colonialista e imperialista que esto debe resolverse siendo Estados Unidos quien “ponga orden”, “Estados Unidos invirtió muchos años y miles de millones de dólares en fomentar la democracia en El Salvador durante y después de su sangrienta guerra civil. Sería una tragedia si Trump le permitiera a Bukele deshacer ese logro con el pretexto de luchar contra las pandillas y la pandemia[33]”. Esas narrativas, aunque critiquen a Bukele, le otorgan al presidente de EEUU la atribución de decidir sobre asuntos internos de otro país. Estos discursos tienen que ser desmontados para impedir que el proyecto de neocolonización de El Salvador se lleve a cabo.

Hay que insistir una y mil veces, Bukele es un peligro no sólo para las y los salvadoreños, también un peligro para la construcción de un nuevo mundo en donde se salvaguarden los derechos humanos, donde se aborde la violencia como consecuencia de una desigualdad estructural implementada por el capitalismo y en el que se haga de la solidaridad entre países una política pública internacional.

 

Alina Duarte es Senior Research Fellow de COHA.

(Crédito de foto principal: Cuenta de Twitter de Osiris Luna Meza, Viceministro de Justicia y Director General de Centros Penales AdHonorem)

 


 

Notas de pie de página

 

[1]  “Coronavirus en El Salvador: El ambicioso plan de Bukele para reforzar la economía del país amenazada por el covi-19”, https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-52013943

[2] “Nayib Bukele, expulsado del FMLN por estas razones”, https://www.laprensagrafica.com/elsalvador/Nayib-Bukele-expulsado-del-FMLN-por-estas-razones-20171010-0075.html

[3] “His dad was an imam, his wife has Jewish roots: Meet El Salvador’s new leader”, https://www.timesofisrael.com/his-dad-was-an-imam-his-wife-has-jewish-roots-meet-el-salvadors-new-leader/

[4] “Bukele es ‘el presidente más guapo y cool del mundo’ según perfil de Twitter”, https://www.milenio.com/internacional/bukele-presidente-guapo-cool-mundo-mundial

[5] “El Salvador: President Bukele abuses executive power and uses security forces to threaten congress”, https://coha.org/el-salvador-president-bukele-abuses-executive-power-and-uses-security-forces-to-threaten-congress/

[6] “Bukele irrumpe en la Asamblea Nacional con militares y abre una crisis institucional en El Salvador”, https://actualidad.rt.com/actualidad/342585-presidente-salvador-sesion-parlamento-militares

[7] “Nayib Bukele: por qué causa tanta controversia en El Salvador el préstamo internacional que enfrenta el presidente con la oposición”,  https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-51452497

[8]  “Encuesta de hogares de propósitos múltiples, 2018” http://www.digestyc.gob.sv/index.php/temas/des/ehpm/publicaciones-ehpm.html

[9] “Préstamo por 109 mdd desata crisis en El Salvador”, https://www.contrareplica.mx/nota–Prestamo-por-109-mdd-desata-crisis-en-El-Salvador20201021

[10] “El Gobierno del Presidente Nayib Bukele establece el Plan de Respuesta y Alivio Económico ante la Emergencia Nacional contra el COVID-19”, https://covid19.gob.sv/el-gobierno-del-presidente-nayib-bukele-establece-el-plan-de-respuesta-y-alivio-economico-ante-la-emergencia-nacional-contra-el-covid-19/

[11] “Marta, la vendedora que no recibió el bono de $300: ‘Grité por la angustia y decepción de no tener dinero’”https://www.elsalvador.com/eldiariodehoy/coronavirus-vendedora-reclamo-bono-300dolares-gobierno-cenade/702004/2020/  . “La pobreza y el hambre obligaron a Doña Victoria a buscar el bono de $300: ‘La fruta se me ha podrido’, https://www.elsalvador.com/noticias/nacional/pobreza-coronavirus-senora-bono-300-gobierno/701572/2020/

[12] “El señor presidente nayib bukele (sic) dijo que no nos iban a cobrar el agua, luz, asta (sic) después pero los recibos no paran de llegar. bueno (sic) hoy me vino el doble”, en: https://twitter.com/2535_9090/status/1247907309361090561?s=20. Ver también: https://twitter.com/CarlosM83581821/status/1254066148561358848?s=20

[13] “Special Report: Human Rights Violations Abound in El Salvador as President Bukele Responds to COVID-19”, http://cispes.org/section/special-report-human-rights-violations-abound-el-salvador-president-bukele-responds-covid-19

[14] “El falso dilema entre los derechos humanos y el control del COVID-19”, https://elfaro.net/es/202004/columnas/24363/El-falso-dilema-entre-los-derechos-humanos-y-el-control-del-COVID-19.htm

[15] “Situación Nacional COVID-19”, https://covid19.gob.sv/

[16] Disponible en: https://twitter.com/nayibbukele/status/1250624235061592064?lang=en

[17] “Emiten ley para regular aislamiento, cuarentenas y vigilancia por COVID-19”, https://www.asamblea.gob.sv/node/10276 De acuerdo con el resumen de la ley por Mayra Escobar, la ley prevee que “toda la población deberá mantenerse en resguardo domiciliario. Solo podrá salir de su vivienda o residencia en el caso que se desplace a abastecerse de alimentos, compra de medicamentos, tratamientos médicos, urgente atención de mascotas y otros que por emergencia deban acudir a un centro asistencial. De incumplirse esta disposición, la persona será llevada a un establecimiento de salud para realizarle evaluaciones médicas. Una vez se lleve a cabo el procedimiento y se determine que es portador de COVID-19, se trasladará a un centro de contención para que cumpla cuarentena obligatoria; mientras que, de resultar sin síntomas de ser portador del virus, el Ministerio de Salud (MINSAL) deberá determinar si se traslada a un centro de contención o a cuarentena domiciliar.” Hay otras actividades autorizadas de salud y alimentos que están especificados en la ley.

[18]  “Pasé cuatro días en el suelo por violar cuarentena”, https://www.laprensagrafica.com/elsalvador/Pase-cuatro-dias-en-el-suelo-por-violar-cuarentena-20200426-0064.html

[19]  “El Salvador:Bachelet preocupada por la erosión del estado de derecho en medio de las medidas para la COVID-19”,

http://www.oacnudh.org/el-salvador-bachelet-preocupada-por-la-erosion-del-estado-de-derecho-en-medio-de-las-medidas-para-la-covid-19/

[20] Ibidem.

[21] Más en: https://twitter.com/KawsachunCoca/status/1257396844017090560?s=20

[22] “Hugo Moldiz: Dictadura, represión y revanchismo”, https://www.telesurtv.net/bloggers/Hugo-Moldiz-Dictadura-represion-y-revanchismo-20200427-0001.html

[23] “‘Bomba de tiempo’ en cárceles de El Salvador”, https://www.jornada.com.mx/ultimas/mundo/2020/04/28/bomba-de-tiempo-en-carceles-de-el-salvador-8635.html

[24] Disponible en: https://twitter.com/nayibbukele/status/1254879597176512524?ref_src=twsrc%5Etfw%7Ctwcamp%5Etweetembed%7Ctwterm%5E1254879597176512524&ref_url=https%3A%2F%2Fwww.elfinanciero.com.mx%2Fmundo%2Fbukele-autoriza-uso-de-fuerza-letal-contra-pandillas-en-el-salvador

[25] Disponible en: https://twitter.com/nayibbukele/status/1254879597176512524?ref_src=twsrc%5Etfw%7Ctwcamp%5Etweetembed%7Ctwterm%5E1254879597176512524&ref_url=https%3A%2F%2Fwww.elfinanciero.com.mx%2Fmundo%2Fbukele-autoriza-uso-de-fuerza-letal-contra-pandillas-en-el-salvador

[26] “Bukele mantiene una aprobación del 86 por ciento en El Salvador”, https://www.elmundo.cr/mundo/nayib-bukele-mantiene-una-aprobacion-del-86-en-el-salvador/. Boletín de prensa, Nayib Bukele con los índices más altos de su administración”, https://www.cidgallup.com/uploads/publication/publication_files/publication_1587421944000.pdf

[27] Tampoco está de más recordar que esas pandillas, ampliamente condenadas internacionalmente,  surgieron en la década de los ochenta en Los Ángeles, California, en el contexto del masivo flujo migratorio salvadoreño hacia Estados Unidos como consecuencia de la Guerra Civil que se libraba en el país centroamericano. Fue a través de la maquinaria estadounidense de deportaciones  que miles de salvadoreños regresaron a su país para implementar estas estrategias criminales de secuestro, extorsión y asesinatos, aprendidas en la nación norteamericana.

[28] Disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=O_AWaVehS5E&feature=emb_logo

[29] “El rapero Residente revela la postura de Bukele sobre aborto y matrimonio gay”,  https://www.efe.com/efe/america/politica/el-rapero-residente-revela-la-postura-de-bukele-sobre-aborto-y-matrimonio-gay/20000035-4205085

[30] “Comunidad LGBTI demanda investigación de amenazas recibidas”, https://www.dw.com/es/el-salvador-comunidad-lgtbi-demanda-investigaci%C3%B3n-de-amenazas-recibidas/a-52946797

[31] Comunicado disponible en: https://twitter.com/feslgbti/status/1243686422323826696?s=20

[32] “ACNUR hace un llamado a la protección de comunidades LGBTI en El Salvador”,  https://www.acnur.org/noticias/press/2019/11/5dcade954/acnur-hace-un-llamado-a-la-proteccion-de-comunidades-lgbti-en-el-salvador.html

[33] “El Salvador’s president is using covid-19 as an excuse to abuse his power”, https://www.washingtonpost.com/opinions/global-opinions/el-salvadors-president-is-using-covid-19-as-an-excuse-to-abuse-his-power/2020/05/01/7941a4a4-8afd-11ea-ac8a-fe9b8088e101_story.html