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América Latina aún no es prioridad

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Published by El Comercio

Aunque las expectativas son grandes, América Latina aún no recibe ninguna señal concreta de que la política de EE.UU. cambiará en la región tras el triunfo de Barack Obama. Así lo señala un grupo de expertos consultado por este Diario sobre el tema.

“América Latina no es una prioridad para Washington y aún no se conoce una agenda para la región y menos para Ecuador. Aún no se ha producido un anuncio específico sobre la región de parte de Obama ni de sus colaboradores y por lo menos en los próximos seis meses estimo que no habrá un gran cambio”, señala el experto ecuatoriano en política internacional, Joaquín Hernández.

Con ese punto de vista coincide Laura Gil, una internacionalista uruguaya que vive en Bogotá. Según la experta, lo más significativo que se puede aguardar por el momento entre América Latina y el gobierno de Obama es un cambio de actitud y un ambiente de diálogo con la región.

“La agenda internacional del Presidente electo de Estados Unidos ante el hemisferio es casi inexistente y lo único que se puede rescatar en este nuevo Régimen es que habrá de parte de Obama una interacción más personal y casi a nivel de iguales entre sus homólogos latinoamericanos”.

La expectativa, sin embargo, es muy grande, opina el catedrático universitario boliviano Iván Rodrigo, quien está radicado en el Ecuador. “Debido a los orígenes de Obama, quien no tienen vínculos directos con sectores financieros o empresariales y más bien responde a sectores olvidados de su país, esperamos que la posibilidad de conversar sea más grande, somo sucede en el caso de Bolivia, país que mantiene por ahora diferencias con Washington”.

Para Joaquín Hernández, docente de la Universidad Católica de Guayaquil, el nuevo Mandatario estadounidense pudiera establecer varios canales de comunicación con la región. “Uno sería México, por la vecindad y el asunto migratorio. Otro, Cuba, por los asuntos pendientes que tiene con ese país. En América del Sur habría dos: Colombia, por la situación de ese país y el compromiso que adquirió Washington, y Venezuela, que ha jugado un rol estratégico en los últimos años”.

La uruguaya Laura Gil cree que el verdadero debut de Obama se dará en la Cumbre de las Américas, del 17 al 19 de abril del 2009 en Trinidad y Tobago. “Hasta que aquello suceda, lo único que veremos será el inicio de una nueva etapa de acercamientos con Cuba y Venezuela, sin saber a ciencia cierta qué alcance tendrá”.

Para la analista, el verdadero desafío que representa la llegada de Obama al poder se va sentir puertas adentro de los EE.UU. por la grave crisis económica que lo azota y, en política exterior, la prioridad serán Iraq, Afganistán e Irán.

El boliviano Iván Rodrigo, por su parte, sostiene que el flamante Mandatario elegido en EE.UU., a diferencia de su antecesor, George W. Bush, llega al cargo con un enorme respaldo internacional. “Es obvio que Obama trabajará en primer término desde su propio país, pero si no adquiere liderazgo regional pudiera perder la oportunidad que le da la historia”.

Las relaciones pueden mejorar
Medios de comunicación de varias latitudes y agencias de noticias internacionales han ratificado que América Latina no estará en el primer lugar en la lista de Obama. Destacan el posible mejoramiento de las relaciones.

Para Mauricio Rabuffetti, de France Press, el futuro Presidente, que asumirá el 20 de enero, estará concentrado en encontrar soluciones a la profunda crisis económica que afecta al país. Sin embargo, con poco esfuerzo, pudiera mejorar las relaciones de Estados Unidos con sus vecinos.

La principal prioridad de Obama para América Latina debe ser “restaurar la credibilidad sobre EE.UU. y aumentar la confianza. A través de un estilo distinto y con algunos gestos simbólicos se puede hacer mucho”, dice Michael Shifter, el vicepresidente del Diálogo Interamericano, un centro de estudios de Washington, en declaraciones para la AFP.

La BBC británica, por su parte, apunta que la región estará en segundo plano. “La dura realidad para quien sueñe con una nueva era en las relaciones entre la región y EE.UU. es que el Mandatario electo tiene otras prioridades: la recesión económica y las guerras en Iraq y Afganistán”.

Larry Birns, director del Centro de Estudios para Asuntos Hemisféricos, con sede en Washington, afirma que hay pocas esperanzas de que haya cambios drásticos en las políticas de Obama hacia la región. “Cualquier acción o declaración sobre América Latina llevará de 12 a 18 meses. Sí habrá un cambio representativo en el trato, menos didáctico y con mayor interés en llegar a un consenso”.